lunes, 13 de junio de 2011

VALOR: Sinceridad.

El Gran Palacio de la Mentira.


Todos los duendes se dedicaban a construir dos palacios, el de la verdad y el de la mentira. Los ladrillos del palacio de la verdad se creaban cada vez que un niño decía una verdad, y los duendes de la verdad los utilizaban para hacer su castillo. Lo mismo ocurría en el otro palacio, donde los duendes de la mentira construían un palacio con los ladrillos que se creaban con cada nueva mentira. Ambos palacios eran impresionantes, los mejores del mundo, y los duendes competían duramente porque el suyo fuera el mejor.



Tanto, que los duendes de la mentira, mucho más tramposos y marrulleros, enviaron un grupo de duendes al mundo para conseguir que los niños dijeran más y más mentiras. Y como lo fueron consiguiendo, empezaron a tener muchos más ladrillos, y su palacio se fue haciendo más grande y espectacular. Pero un día, algo raro ocurrió en el palacio de la mentira: uno de los ladrillos se convirtió en una caja de papel. Poco después, otro ladrillo se convirtió en arena, y al rato otro más se hizo de cristal y se rompió. Y así, poco a poco, cada vez que se iban descubriendo las mentiras que habían creado aquellos ladrillos, éstos se transformaban y desaparecían, de modo que el palacio de la mentira se fue haciendo más y más débil, perdiendo más y más ladrillos, hasta que finalmente se desmoronó.




Y todos, incluidos los duendes mentirosos, comprendieron que no se pueden utilizar las mentiras para nada, porque nunca son lo que parecen y no se sabe en qué se convertirán.



Ingeniosa comparación para explicar por qué no puede hacerse nada utilizando la mentira, porque antes o después se descubre la verdad y todo se desmorona. ¡¡Aplicable también a los adultos!!

SEÑAL 152

Jojutla, Mor., a 27 de mayo de 2011.

FAMILIA QUE COMPONE HOY Y SIEMPRE A LA SEÑAL 152

En momentos de crisis, como los actuales, se hace necesario un análisis de los por qué, y cómo es que todos los eventos pasados y actuales nos han llevado a esta crisis actual.

El perfil, que siempre ha caracterizado al espacio radiofónico que tienen ustedes, es 100% democrático, todos hemos hecho uso de él y siempre han tenido puertas y micrófonos abiertos.

Hacer un recuento de los políticos nacionales, estatales y municipales que han pasado en su cabina y la cantidad de declaraciones y promesas de campaña que han hecho sería interminable.

Los ciudadanos que utilizamos sus micrófonos para mandar saludos, felicitaciones de cumpleaños, para localizar familiares, amigos y mascotas; tanto nacionales como internacionales son infinitos.

Las mujeres y hombres, que hemos recurrido a su espacio para solicitar apoyos económicos, para enfermedades y para no sentirnos solos en nuestros problemas; son también muchísimos.

La cantidad de problemas, en cuanto a la prestación de servicios municipales, tales como: la basura, luz, agua potable, tránsito y policía, estacionamiento, actitudes de los funcionarios y sus fortunas, narcotráfico, etc., han recibido también espacio y comentario oportuno en su radiodifusora.

En últimas fechas hay una crisis, provocada por comentarios alusivos directamente a integrantes de su cuadro de locutores, pretendiendo de manera autoritaria decirles qué y cómo realizar su trabajo.

En este ejercicio estoy seguro, se me escapan mil cosas y comentarios que han formado la rica historia que día a día “La Señal 152” hace y seguirá haciendo con su trabajo.

Todo lo antes mencionado me mueve a lo siguiente: han proliferado de manera alarmante las descalificaciones, no sólo a ustedes, sino también a las personas y grupos sociales que han ocupado sus espacios, no es posible que esas personas, quienes sean, no tengan la capacidad de análisis y tolerancia, para lo que aquí se dice, porque a diario en sus dos espacios de noticias, son un mínimo de cinco llamadas diarias señalando algunos de los muchos problemas individuales, sociales, políticos, económicos, etc., que nos aquejan a diario y que de una u otra manera los sufrimos todos.

No existe el Estado perfecto.

Les pido pues de la manera que mayor convenga a los intereses personales y de grupo sean los que sean que no se pierda este gran espacio, que está a nuestro servicio, a todos aquellos que participamos de una manera acertada o equivocada, que lo sigamos haciendo.

Don Eloy, Chely y Andrés no cambien, al contrario, amplíen más los espacios para todos, y a ustedes intolerantes, de lo que se dice en esta SEÑAL gracias por ser como son y participar como lo hacen porque de esa manera llegará un día en que terminemos con todos los espacios, como este, de la Señal, y entonces todos seremos un número más, sin voz, ni voto.

Hagan un ejercicio muy sencillo, ANALICEN y si después de hacerlo, siguen en su plan de ser intolerantes para con los demás, adelante, propongan algo y por favor no se callen, sigan siendo como son, pero tampoco nos callen a nosotros, los que creemos en un futuro mejor.

Voltaire dijo:

"NO PUEDO ESTAR DE ACUERDO CONTIGO... PERO MORIRE DEFENDIENDO TU DERECHO A EXPRESARTE"

Gracias por su tiempo.

Reciban un afectuoso saludo.

UN RADIOESCUCHA.
ALEJANDRO ALCOCER PORTILLO.

ESPERO TAMBIEN SE LEA EN RADIOREPORTAJE.